sábado, 31 de diciembre de 2011

2012: Os deseo un mundo patas arriba

La razón más poderosa que encuentro para empezar con ilusión este nuevo año 2012 es poner el mundo patas arriba. Copio esta expresión de un conocido libro de Eduardo Galeano. Y no es que falten cosas que me ilusionen (las hay y muchas) pero ninguna como seguir creyendo que, desde lo sencillo y lo pequeño, cada uno y todos juntos podemos volver este mundo del revés. Decía Arquímedes: "Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo". Yo creo que el mundo puede ser disinto, y creerlo es el punto de apoyo. Ahora solo hay que hacer fuerza en la palanca...(sigue)

jueves, 29 de diciembre de 2011

Defensora

Muchas personas, más de las que creemos, afortunadamente, luchan cada día por defender los Derechos Humanos en todas las partes del planeta. Como revelan los informes de Amnistía Internacional, la violación de los Derechos Humanos reviste formas y grados diversos según los países, pero en muchos de ellos los atropellos son de extrema gravedad. Uno de estos países es Colombia. El Estado colombiano y los paramilitares, a medio camino entre servir a las multinacionales para hacerse con los recursos naturales y la lucha contra la guerrilla, violan sistemáticamente los derechos de las poblaciones campesinas. Berenice Celeyta es una de estas personas que, poniendo en riesgo su vida, defienden los Derechos Humanos. Su testimonio es tan admirable como estremecedor. Os ofrezco, pues, un documental, titulado "Defensora", de una riqueza humana impresionante.

Parte 1
Parte 2

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Santos Inocentes



“¡Inocente, inocente!”. Entre risas y dedos que señalan, esta es la expresión más repetida en este día 28 de diciembre, día en el que las bromas se convierten en protagonistas: un muñecote colgando de la espalda, una falsa llamada telefónica, una taza que no se despega de la mesa, un reloj adelantado... La lista es tan larga como la imaginación y creatividad de la gente.
Y es estupendo. No tengo nada en contra de las bromas (si son de buen gusto y no causan daño físico ni moral) y mucho menos contra la risa, de efectos tan saludables. Me gustan las bromas y me gustan las risas, pero no este día. No precisamente este día. Hoy se celebran los Santo Inocentes. Entiendo que las fiestas a lo largo de la historia van adquiriendo matices y significaciones varias, pero pasar de celebrar la muerte de niños inocentes a hacer bromas es algo que preferiría no estuviera mezclado (sigue...)

martes, 27 de diciembre de 2011

¿Ciudadan@s o personas?


Hace unos días mi amigo Antonio y yo debatíamos sobre a quiénes debería extenderse la Renta Básica. La Renta Básica es una cantidad de dinero suficiente para que un individuo pueda cubrir todas sus necesidades elementales y, por tanto, hacer efectivos sus derechos. En algunas corrrientes de pensamiento se dice que la Renta Básica la debe percibir toda persona por el hecho de ser persona. Otros pensadores, en cambio, afirman que la Renta Básica debe ser entregada a tod@ ciudadan@. Y he aquí la cuestión: no es lo mismo persona que ciudadan@.
El mismo problema se plantea con las leyes de inmigración. En nuestra sociedad las leyes de extranjería tienen un carácter diferenciador al establecer un régimen jurídico específico para los extranjeros recortándoles el ejercicio de derechos fundamentales, que sí están reconocidos a los nacionales. Es decir, quienes son ciudadan@s tienen todos los derechos, pero los que no lo son (los foráneos) tienen algunos derechos disminuidos o eliminados.
Resumiendo: el problema que quiero plantear deriva del hecho de considerar únicamente como sujeto de derechos al ciudadano, pero no a la persona. Dicho de otro modo: los derechos constitucionales se extienden exclusivamente a los nacidos en el territorio nacional (o fuera de él pero de padres españoles). Y esto es importante, ya que este concepto de ciudadanía invalida en la práctica el concepto de persona. Efectivamente, toda persona, por el hecho de ser persona, es sujeto de una serie de derechos, considerados universales e inviolables. Sin embargo, aunque en teoría sea así, en la práctica sólo el que acredita ser ciudadan@ puede tener todos los derechos (sigue...)

Navidad

Cuentan que en la II Guerra Mundial, en una trinchera de la ciudad rusa de Stalingrado, se encontró un plano arrugado, en cuya parte posterior un soldado alemán había dejado escrito este mensaje de esperanza: “Navidades de 1942: luz, vida, amor”. En medio del frío invierno, rodeado de muerte y destrucción, contemplando la barbarie a la que puede llegar el ser humano, aquel soldado, posiblemente en Nochebuena, aún creía que la Navidad podía traer un mundo distinto. “Navidades de 1942: luz, vida, amor”.
            Un gran teólogo de nuestros días, Karl Rahner, escribió una vez: Cuando decimos “Es Navidad”, entonces decimos: “Dios ha pronunciado su última, su más profunda, su más bella palabra al mundo, en la Palabra hecha carne; una palabra que nunca será retirada, porque es la definitiva intervención de Dios, porque Dios mismo está en el mundo”. Y esta Palabra quiere decir: “Yo te amo a ti, a ti hombre, a ti mundo”. Creo que es difícil reflejar de forma más bella lo que es la Navidad para los cristianos. Es otro modo de expresar el grandioso prólogo del Evangelio de san Juan que se lee en la liturgia de este día: “la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo Único del Padre” (sigue...). 

domingo, 25 de diciembre de 2011

Por favor, gracias, perdón


Desde que nuestros hijos son pequeños, los padres nos afanamos en inculcarles unas normas básicas de educación, entre las que se encuentran las consabidas frases de “por favor”, “gracias” y “perdón”. Cuando un niño pide algo solemos decirle: ¿cómo se pide? Y él responde, bien aleccionado: por favor... O si alguien le da algo, le animamos: ¿qué se dice? Y contesta: gracias...Podría parecer que los niños repiten estas palabras de manera automática, como si fueran fórmulas aprendidas pero que poco significado tienen para ellos. Incluso enseguida se dan cuenta, porque son muy listos, que utilizándolas en el momento oportuno pueden tener a su favor a los adultos con más facilidad. No obstante, estas tres palabras no son sólo cosas de niños: también nosotros, los mayores, deberíamos repetirlas con asiduidad, porque, lejos de ser fórmulas de cortesía vacías, estas tres palabras encierran los fundamentos básicos de la educación: en las expresiones “por favor”, “gracias” y “perdón” se esconden los valores esenciales sobre los que se construye una persona moralmente desarrollada (sigue...)