La
tragedia de los inmigrantes ha vuelto a saltar a los medios de
comunicación con motivo de los muertos que se han producido al
intentar llegar a nado a nuestras costas, y que han sido disparados
por las fuerzas de seguridad para impedírselo.
Muchas
personas se han indignado ante estos hechos pero, en cambio, otras
han esgrimido la idea, proclamada por varios medios de comunicación,
de que nos están invadiendo y que, por tanto, es imprescindible
impedir su entrada.
¿Qué se
puede decir que no se haya dicho ya?
Hoy he
oído unos de los argumentos más convincentes que haya podido
escuchar jamás. Y ha sido de boca de un subsahariano que está en
los montes marroquíes a la espera de poder saltar la valla de
Melilla. Decía:
Los europeos entraron por la fuerza en nuestros países para
colonizarlos; después por la fuerza nos obligaron a salir de nuestra
tierra y nos hicieron entrar en Europa para trabajar para ellos.
Ahora que somos nosotros los que queremos entrar libremente, por la
fuerza nos lo impiden.
Impresionante.
¡Que clarividencia! No se puede explicar mejor la tremenda
injusticia y la infinita hipocresía con que los países europeos han
actuado con el continente africano (sigue...).