Uno de los iconos más difundidos y venerados en la Iglesia ortodoxa es la “Trinidad” del maestro ruso Andrej Rublëv, pintado a mediados del siglo XV. Este icono escenifica el momento en que los tres ángeles, mensajeros de Yahvé, se presentan ante Abrahám mientras estaba junto a la encina de Mambré. Abrahám, pensando que son caminantes cansados, les lava los pies, los invita a descansar y les da de comer. Todo un ejemplo de hospitalidad fraterna. Acto seguido, los tres ángeles le comunican que al año siguiente Abrahám será padre de un hijo, cumpliéndose así la promesa de una descendencia que Yahvé le hizo tras salir de su tierra (sigue...)