Impresionante
documento de los obispos de Brasil en defensa de las manifestaciones
del pueblo para reivindicar justicia y verdadera democracia. El texto
contiene párrafos que representan una dura crítica y, al mismo
tiempo, una fortísima esperanza. Lo mejor de todo es que sus
palabras no se circunscriben únicamente a Brasil sino que son
aplicables a todo el mundo en tanto que es el sistema globalizado en
que vivimos el responsable de lo que ocurre en multitud de países.
Yo hubiera llorado de alegría si en las múltiples manifestaciones
que ha habido en España los obispos hubieran dicho siquiera de lejos algo parecido. En
cambio, por decir, no dijeron nada. Eso, en religión, se llama
pecado de omisión (sigue...)