La Parábola del Hijo Pródigo es uno de los
textos más conocidos del Evangelio y, sin duda, una verdadera joya dentro de
los textos de las diferentes tradiciones religiosas. Generalmente se relaciona
este relato con el tema del perdón: un hijo menor que, tras dilapidar su
fortuna y arruinar su vida, regresa a casa de su padre arrepentido; un padre
que, pese a lo que el hijo ha hecho, lo recibe con los brazos abiertos lleno de
misericordia; y un hermano mayor, duro de corazón, incapaz de perdonar a su
hermano pequeño.
No obstante, la Palabra de Dios siempre es de
una riqueza infinita y está abierta a más interpretaciones y puntos de vista.
En esta ocasión quisiera ofrecer una lectura de esta preciosa parábola desde el
punto de vista de la LIBERTAD.
Sí, en efecto, libertad: aquello para lo que en realidad
fuimos puestos en este mundo, ya que el objetivo de Dios al crearnos fue
hacernos como él, plenamente libres. O, como dice San Pablo: “Para ser libres
nos liberó Cristo”.
Soy consciente de que la palabra libertad ha
sido traída y llevada, ensalzada y vilipendiada, manipulada o idealizada, y que
no es fácil decir qué es la libertad. Pero, desde este foro, quiero presentar
una visión de la libertad en clave cristiana que, a mi entender, corresponde
con lo que considero una genuina y cabal interpretación del concepto libertad (sigue...)