jueves, 24 de marzo de 2011

No tirar la toalla y tender la mano


En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar:
¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.
Jesús lo increpó diciendo:
-Cállate y sal de él.
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaban estupefactos:
¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen. (Mc 1, 21-28)

Según la mentalidad de la época, las deformaciones y discapacidades corporales, las enfermedades mentales, los malos humores y conductas se creía tenían su origen en espíritus malignos que poseían a la persona. Esa posesión hacía que la persona perdiera su dignidad humana, quedase rebajada a un nivel inferior y, por tanto, fuese mal vista por los demás, se huyera de ella y fuera rechazada social y religiosamente (sigue...)

Valoración ética del capitalismo



1. LAS SOMBRAS DEL CAPITALISMO

Si bien Marx calificó al capitalismo de enfermo desahuciado, 150 años más tarde el capitalismo parece tener cuerda para rato, y es su presunto enterrador el que ha bajado a la fosa (González-Carvajal, Curso de moral social, p. 119). Efectivamente, el neoliberalismo capitalista actual se presenta ante el mundo entero como el mejor sistema económico, dado que su máximo rival, el socialismo de inspiración marxista, ha fracasado en su realización histórica. Pero no sólo se presenta como el mejor sistema sino como el único, siendo ésta quizás su pretensión más ambiciosa. Según los defensores del sistema, el capitalismo expresa la manera natural que tenemos de ser y comportarnos los seres humanos. Por tanto, cuando la actividad económica se ajusta al dictamen del sistema capitalista no hace sino seguir las reglas naturales inscritas tanto en los individuos como en las sociedades. No existe otra forma de funcionamiento que no sea ésta. Sin embargo, a pesar de considerarse el mejor y el único, creemos que el capitalismo ha de sentarse en el banquillo de los acusados y responder ante las graves acusaciones habidas en su contra (sigue...)