miércoles, 3 de octubre de 2012

¡¡Más democracia!!




En los pasados días hemos asistido a las manifestaciones del 25S y del 29S, que han destacado sobre otras convocatorias anteriores por la contundente represión policial. No quiero tratar en este artículo sobre la supuesta violencia de estas manifestaciones. Tan solo dejo claras tres opiniones personales al respecto: las movilizaciones siguen siendo pacíficas, y la violencia la han ejercido unos pocos; buena parte de esta violencia ha podido  estar orquestada por la propia policía siguiendo órdenes del Ministerio de Interior; y por último, no olvidemos que hay otros tipos de violencia aún mucho más violenta, valga la redundancia (los sueldos miserables, el paro masivo, las intimidaciones policiales, los recortes injustos, etc.).
Dicho esto, la cuestión que más me ha llamado la atención es que algunos medios de comunicación, algunos supuestos intelectuales y, por supuesto, la mayoría de los políticos, han tildado a los manifestantes de “antidemocráticos”. Es más: la fiscalía va a acusar a los detenidos por un delito de “atentado contra las instituciones del Estado”. Esto me parece de una gravedad descomunal. ¿Antidemocráticos? ¡Pero como es posible! No doy crédito a lo que oigo. Veamos el argumento.