domingo, 6 de abril de 2014

La inmigración y nuestro fracaso como humanidad


La tragedia de los inmigrantes ha vuelto a saltar a los medios de comunicación con motivo de los muertos que se han producido al intentar llegar a nado a nuestras costas, y que han sido disparados por las fuerzas de seguridad para impedírselo.
Muchas personas se han indignado ante estos hechos pero, en cambio, otras han esgrimido la idea, proclamada por varios medios de comunicación, de que nos están invadiendo y que, por tanto, es imprescindible impedir su entrada.
¿Qué se puede decir que no se haya dicho ya?
Hoy he oído unos de los argumentos más convincentes que haya podido escuchar jamás. Y ha sido de boca de un subsahariano que está en los montes marroquíes a la espera de poder saltar la valla de Melilla. Decía:
Los europeos entraron por la fuerza en nuestros países para colonizarlos; después por la fuerza nos obligaron a salir de nuestra tierra y nos hicieron entrar en Europa para trabajar para ellos. Ahora que somos nosotros los que queremos entrar libremente, por la fuerza nos lo impiden.

Impresionante. ¡Que clarividencia! No se puede explicar mejor la tremenda injusticia y la infinita hipocresía con que los países europeos han actuado con el continente africano (sigue...).

En efecto, los países europeos se repartieron África entre ellos, y proclamaron que todo el que se hiciera con un territorio por la fuerza militar tendría derecho reconocido de posesión. El colonialismo del siglo XIX, fijado por escrito en la Conferencia de Berlín, inició la explotación masiva de los recursos y de las personas del continente africano. Así, estos pueblos, convertidos en colonias esclavas de las naciones ricas de Europa, se vieron sumidos en la pobreza y su futuro se borró del horizonte. 

 

Las sucesivas independencias políticas logradas a lo largo del siglo XX no solucionaron el problema dado que los países del Norte se las ingeniaron para seguir con su lucrativo negocio. Nació así el colonialismo económico o, como lo llaman algunos estudiosos, empezó la “economía del saqueo”. Los países europeos, a través de las grandes empresas, explotan los recursos de este continente tan rico. Para asegurarse su explotación, estimulan las guerras entre etnias o facciones políticas, ya que “a río revuelto ganancia de pescadores”. Ya de paso aprovechan para hacer negocios multimillonarios vendiéndoles las armas que ellos mismos fabrican en el Norte. 

Por si fuera poco, una vez empobrecidos los países hasta límites insospechados, y endeudados de por vida, los países europeos utilizan la ayuda oficial al desarrollo (el dinero que se da a los países africanos) para chantajearles, ya que se les otorga el dinero a cambio de que cedan derechos de explotación a las empresas o aseguren que les van a comprar sus productos manufacturados.
El último modo de saque brutal es la venta de tierras que muchos países africanos están empezando a llevar a cabo con tal de poder comprar los alimentos que necesita su población. ¡Un continente que exporta recursos agrícolas por millones de toneladas se ve obligado a vender sus tierras para no morir de hambre!

¿Cómo se puede tolerar esto?
¿Y no entendemos que salgan de sus países para buscar una vida mejor aquí?
Es como si hubiésemos prendido fuego a su casa y luego a los que huyen les impedimos que se salven. O sea, que les rematamos.
Se mire por donde se mire, la emigración africana pone al descubierto la dura realidad: que somos criminales y nuestra humanidad ha fracasado.
Adornadlo como queráis. 

José Luis Quirós Saiz

1 comentario:

  1. Yo creo que el que de verdad debería hacerse cargo de la situación es el Gobierno de Marruecos, que debería frenar la pobreza que hay en este país y albergar a estas personas para que no quieran pasar ilegalmente a España, que ya suficientes problemas tenemos aquí.

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